Vida Sacramental
Catequesis y vida sacramental
Una Comunidad Cristiana debe dejarse guiar en todo momento por la fuerza del Espíritu de Jesús presente en ella. Haga lo que haga, el Espíritu está siempre ahí y hay que aprender a descubrirlo presente. Sólo así se podrá hablar de una Comunidad que vive al estilo de Jesús. Para ello alimentará y robustecerá su fe:
- En la celebración comunitaria de los Sacramentos, como los canales de la gracia de Dios.
- En el testimonio de la Comunidad: Este testimonio se mide por un estilo de vida marcado por el amor, perdón, tolerancia, solidaridad, acogida, apertura y diálogo sin fronteras.
- En la comunión con las demás iglesias: Apertura y contacto con otras Comunidades, sean extranjeras o alemanas.
Por sus actividades caritativas y sociales: Ayuda directa a personas y a grupos marginados de nuestro entorno y del tercer mundo.
La Iglesia que vamos haciendo, a examen
Después de más de 50 años de andadura y con tres generaciones viviendo juntas, ¿siguen siendo nuestras misiones de habla hispana actualmente una estructura válida? ¿Qué pueden ofrecer estas que no ofrezcan las parroquias alemanas?
Enumero algunos servicios a tres niveles distintos:
Oficina:
No podemos solucionar todos los problemas de papeleo; pero sí muchos: certificados de sacramentos, fe de vida, traducciones de los mismos, etc. Muchos de estos servicios ya se hacen en las parroquias alemanas.
Asesoramiento y orientación en problemas personales y en relación con entidades alemanas. Este es un servicio que va dirigido
fundamentalmente a la primera generación. Sólo en casos contados, la segunda y tercera generación nos sigue necesitando.
Locales:
- Como lugar de encuentro abierto a todos, donde se siga fomentando nuestra cultura como parte irrenunciable de cada uno de nosotros y como enriquecimiento personal. En este sentido la Misión está abierta a todos sin distinción.
- Como lugar de la catequesis, asambleas, consejo pastoral, movimientos y grupos de reflexión, etc.
- Como lugar de actividades de interés común.
Nuestra razón de seguir existiendo no es cosa de uno o de pocos; es tarea de todos los que de un modo o de otro estén interesados en la continuidad de nuestras Misiones.